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Manuscrito hallado en un bolsillo: un tantra cotidiano

  • Foto del escritor: Einjander
    Einjander
  • 13 mar
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 14 may

En Manuscrito Hallado en un Bolsillo, Julio Cortázar nos sumerge en un laberinto de conexiones invisibles, donde lo aparentemente trivial se transforma en un mapa de posibilidades infinitas. El cuento, que narra la obsesión de un hombre por descifrar los patrones que rigen los encuentros fortuitos en el metro de París, puede leerse como una metáfora del viaje tántrico, ese camino espiritual que busca trascender lo ordinario para alcanzar lo sublime.

El metro tiene patrones... las mujeres deberían tenerlos, es la conclusión del protagonista
El metro tiene patrones... las mujeres deberían tenerlos, es la conclusión del protagonista

El tantra, en su esencia, no rechaza lo mundano, sino que lo abraza como un medio para alcanzar la iluminación. En lugar de negar el cuerpo, los deseos y las experiencias cotidianas, los utiliza como vehículos para la transformación espiritual. De manera similar, el protagonista de Cortázar no huye de la rutina del metro; por el contrario, la convierte en un campo de exploración, en un ritual donde cada gesto, cada mirada, cada coincidencia adquiere un significado profundo. El metro, con su movimiento constante y su anonimato, se convierte en un espacio sagrado, un microcosmos donde lo momentáneo y lo eterno se entrelazan.


En el tantra, la atención plena es fundamental. Cada acto, por pequeño que sea, se realiza con conciencia total, convirtiéndose en una ofrenda a lo divino. El hombre del cuento de Cortázar practica una forma de atención similar: observa a los demás pasajeros con una intensidad casi mística, buscando patrones y conexiones que revelen un orden oculto. Su búsqueda no es solo intelectual, sino también espiritual; es un intento de encontrar sentido en el caos, de descubrir la armonía que subyace en lo aparentemente aleatorio.


Pero el viaje tántrico no está exento de peligros. Así como el practicante de tantra puede perderse en los placeres sensoriales y olvidar su propósito espiritual, el protagonista de Cortázar corre el riesgo de quedar atrapado en su propio juego, de convertir su búsqueda en una obsesión vacía. Sin embargo, es precisamente este riesgo lo que hace que el viaje sea tan poderoso. Al enfrentarse a la posibilidad del fracaso, el hombre se confronta consigo mismo, con sus miedos y sus deseos, en un proceso de autodescubrimiento que es, en sí mismo, una forma de iluminación.


Al final del cuento, el hombre encuentra lo que busca, pero no de la manera que esperaba. Su descubrimiento no es una respuesta definitiva, sino una revelación que lo deja más cerca de la verdad, aunque esta sea inefable. Este desenlace refleja la esencia del tantra: la iluminación no es un destino, sino un viaje; no es una respuesta, sino una pregunta que nos impulsa a seguir explorando.


Manuscrito Hallado en un Bolsillo nos recuerda que lo sagrado no está en otro mundo, sino en este, en los detalles aparentemente insignificantes de nuestra vida cotidiana. Al igual que en el tantra, el cuento de Cortázar nos invita a mirar con nuevos ojos, a encontrar lo extraordinario en lo ordinario, y a transformar cada momento en una oportunidad para la trascendencia.

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